Sayuri Moreno es una niña de clase media alta, destinada a una vida llena de comodidades; sin embargo, desde su temprana infancia tiene que enfrentar retos para los que no está preparada.Es que nadie nace pensando en enfrentar adversidades, pero estas, a menudo, suelen interponerse entre nosotros y nuestras expectativas.
Esta novela, de la escritora Rose Marie Tapia relata los problemas sociales que enfrentan algunas familias quienes, sin pensarlo, deben dar un nuevo giro a sus vidas; lo que, muchas veces causa desunión familiar y hace la situación más complicada; pero, los niños, aunque pasen momentos difíciles, siempre son la luz del hogar.
La vida se Sayuri fue obligada a dar un gran cambio, tuvo que dejar a sus amigas de la escuela, tuvo que olvidarse de sus vestidos, de sus juguetes; de todo lo que una niña de su clase está acostumbrada. Sufría, sí, sufría por lo que le ocurría a su familia; su madre enfermó, su padre no conseguía trabajo, los gastos y deudas aumentaba y su padre empeoraba emocionalmente por lo que ella siempre le brindó de su apoyo.
Al mudarse al nuevo barrio, su vida ya no es de de lujo, sino de restricciones y humilde. Los vecinos de su barrio se encuentran en conflicto por las diferentes pandillas y, las buenas personas de ahí, temerosas de que les hagan daño; también al llegar a la escuela sus compañeros se burlan de ella haciéndola sentir mal pero ninguna de esas burlas ni obstáculos impidió que su familia saliera adelante con la ayuda de su abuelita, quien la motivaba a realizar proyectos en bien de la escuela donde estudiaba, en su comunidad y, sobre todo, en la familia.
Esta novela, en mi colegio, ha sido asignada como proyecto para que los estudiantes, en este caso los de décimo grado, vayan desarrollando el hábito de la lectura, su capacidad analítica y comprensiva; porque el leer no solo es por una nota sino por aprender, adquirir conocimientos para entender el mundo real.
Y, para mí, lo más importante, lo que aprendí al leer esta novela es que no debemos perder la fe ni dejar de perseverar para salir adelante y triunfar; porque nadie nos va a salvar sino somos nosotros mismos los que alcanzaremos nuestras metas.
"Mi dulce nena"
Esta es mi niña bella
aunque ella no me quiera sigue siendo bella.
Cuando llegó al gueto
me pregunté qué hace aquí esa niña bella.
Mis frenes se burlaron
de su forma de hablar
y de sus vestidos caros.
Esta es mi niña bella
aunque ella no me mire sigue siendo bella.
Asustada me miraba como a un bicho raro
Yo solo le dije, no llores niña bella
tú eres una flor en este barrio feo
la vi reír y supe que ibas a ser mi niña bella.
Esta es mi niña bella
aunque ella no me mire sigue siendo bella.
Esta canción fue dedicada a Sayuri por su amigo Joaquín el día de su cumpleaños.
Finalmente, aunque es corta, esta novela te regala un bello mensaje.
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